No busco nada raro.

Sólo alguien que me eche de menos aunque hayamos pasado todo el día juntos, alguien que se ponga nervioso al verme, que no se aburra de mis charlas aunque pasemos cinco horas al teléfono, que se alegre al ver mi nombre en la pantalla del móvil, que se alegre de escucharme. Alguien que me acompañe a casa y que haga divertido el camino, por muy largo que sea. Alguien a quien pueda besar por un simple impulso. No me importan los regalos ni nada por el estilo, me conformo con saber que conmigo es donde más le gustaría estar siempre. Y que conozca todas y cada una de mis sonrisas, alguien que elija quedarse conmigo aunque tenga otros planes, que sus amigos se cansen de escuchar mi nombre. Que sienta que se le cae el mundo encima si discutimos y me abrace tirando su orgullo a la mierda, alguien que me haga reír hasta llorar, y me haga reír cuando no puedo parar de llorar, que cada una de las canciones que escuche le recuerden a mí. Alguien que me haga sentir la chica más afortunada del mundo, sólo por el echo de tenerlo a él. Alguien que me quiera, sólo eso.

Sonríe y deja que el resto del mundo se pregunte por qué.

Hay un momento en la vida en el que decidimos ser felices. Sí, aunque parezca estúpido. Siempre he pensado que son cosas que no decidimos nosotros, y sin embargo aquí estás, dejando de lado todo aquello que un día te hizo daño. Lo apartas sin miedo, como si simplemente fueran carpetas de más encima de tu escritorio que te quitan sitio para lo verdaderamente importante, y decides apostar, por lo que verdaderamente merece la pena. Por las sonrisas anaranjadas del atardecer, por los detalles que sólo tú ves, por los impulsos. Por dejarse llevar. Porque sí, es cierto. Suena demasiado bien. Y sabe aún mejor.

Caer es tan humano como levantarse otra vez.

Llorar es lo peor que puedes hacer. Yo sé perfectamente como te sientes, te entiendo. Y es que yo también he querido hacerlo, a mi también me han decepcionado. Sé lo que es echar de menos, ser ignorada, ver todo negro. No poder poner solución a toda esta mierda. Sé lo que es que te rompan el corazón. Sé lo que es saber la verdad, lo que es sentir una impotencia tan grande como una montaña. Me he enfrentado a obstáculos enormes, he conseguido superar situaciones y miedos. Se lo que es estar nerviosa porque has quedado en cinco minutos con esa persona, temblar de miedo cuando te habla, quedarse con secretos. Yo también soy la más indecisa y siento impotencia cuando no puedo hacer algo, o algo no sale como esperaba. Yo también quiero dejar de huir de una cosa que se llama recuerdos. Yo también sigo queriendo a la persona que más daño me ha hecho. Soy de las que cree en las personas. Y a mi también me fastidia, como lo que más, equivocarme, esperar demasiado de las personas.

Ahora, no puedo entender que te caigas y que no te levantes. Que no sepas sonreír por perdida de practica. Que no te levantes ni un día con ganas de comerte el mundo. Que no saltes de alegría una vez al mes. Que no llores de felicidad. Que ni los pequeños detallen te llenen, que siempre veas el vaso medio vacío. Que en vez de maldecirte por tus errores, no aprendas de ellos. Que siempre digas 'NO'  en vez de 'bueno, vale' quieras que no los 'si' son más bonitos. Así que estés donde estés o estés haciendo lo que estés haciendo, levántate, disfruta, sonríe, busca la felicidad. Piensa que la vida vale la pena, y recuerda, pase lo que pase SONRÍE, y nunca te rindas por nada ni por nadie.

Dicen que no hay mal que por bien no venga.

Dicen que en boca cerrada no entras moscas, que tres son multitud y que dónde caben dos caben tres. Que iban dos y se cayó el del medio, que todo lo que entra sale y todo lo compartido es más divertido. Se dice que hay tres tristes tigres comiendo trigo en un trigal, una aguja en un pajar y ciento volando; y como bien dijo Herodes oídos sordos.

Dicen que había tres cerditos y tres casas y que soplando, soplando desnudaron a los tres mosqueteros y los convirtieron en geishas. Dicen, también, que dos son equilibrio y que con tres la balanza balancea, aunque no hay mal que por bien no venga porque  más vale prevenir que curar. Sin embargo que más da... Si todo lo que sube baja, todo lo que empieza termina y todo lo olvidado... algún día se recordará.

Buenos días princesa.

Perdona por lo de ayer, no es que no quiera creerte, es que cada vez que veo un 'para siempre' o un 'nunca' lo relaciono enseguida con falso e hipócrita, manías, que sé yo, no me lo tengas en cuenta. Pero una cosa te digo ninguno de los dos vamos a vivir toda la eternidad, así que no sé a que estamos esperando. Hay algo que siempre me han dicho desde pequeña, coge cualquiera momento aunque no sea perfecto y hazlo perfecto, no te detengas a buscar nunca el momento perfecto porque nunca va a llegar. Y de todas formas, ¿quién quiere momentos perfectos? lo simple es bello, además la perfección apesta es un maldito concepto que nadie necesita, además está editado con photoshop. Porque al fin y al cabo todos cometemos errores, ¿no? y tú fuiste mi error favorito. ¿No has sentido alguna vez eso de que quieres respirar fuerte pero el aire se te entrecorta en el pecho y entra a presión?, pues tú eras esa sensación, eras la sensación mas genial del mundo. Y hablando del mundo nunca te he pedido que me traigas ni el cielo ni el maldito planeta tierra, sólo quería un puñetero punto geográfico donde poder encontrarte y donde poder perderme contigo, sólo quería eso y es que no quieres entenderlo.

El amor es el mayor error y lo mejor que te ha pasado.

Es como si estuvieses gritando y nadie te pudiese escuchar. Casi te avergüenzas de que alguien sea tan importante, de que sin él no eres nada. Nadie va a entender nunca lo mucho que te duele. Te sientes sin esperanza, como si nada pudiera salvarte. Y cuando todo termina y él ya se ha ido, hasta deseas que todo lo malo regresase, para que al menos también pudieras tenerlo a él de vuelta.

Te echo de menos, no es nada nuevo.

Te echo de menos. Quizás no de manera física, pero extraño tu olor y tu voz. Bueno tampoco vamos a engañarnos, echo de menos que me cojas, me molestes o me hagas reír con cosquillas. ¿En qué pienso? En nada en especial.Pero no puedo negar que no piense en ti, sobre todo en ti. No puedo negar que no recuerde como me cogías de la cintura hacía ti

Quizás solo sea temporal, aunque si nos paramos a pensar todo es temporal porque, todo tiene un final.

Nunca quise que acabara.