lunes, 30 de enero de 2012

Lo peor de todo es que le echo de menos.

Todos hablamos mucho cuando nos cuentan cosas parecidas que les ocurre a otras personas. No sé por qué, pero nunca pensamos que pueden sucedernos a nosotros y, en cambio, el día menos pensado... ¡pam! Te toca a ti, como si te hubieras traído mala suerte tú sola. Tienes que arreglar cuentas con tu orgullo y tus ganas de seguir con él, pero, ¡que coñazo! Siempre he sido una negada en matemáticas y además, en el amor no existen ecuaciones ni operaciones, no existe el contable de los sentimientos o el asesor financiero de amor. ¿Qué ocurre, hay que pagar un impuesto para ser feliz? Si fuera verdad, lo pagaría con gusto..

domingo, 29 de enero de 2012

Mi sonrisa se ha ido contigo. La echo de menos, casi tanto como a ti.

Acabo de hacer una nube en el café, lo remuevo nerviosamente esperando, quizás, que sepa algo menos amargo que nuestro último beso. No hay nada que me llame la atención en esta fría tarde de invierno. Decido coger un libro que se había quedado olvidado en el fondo de un estante, con una fina capa de polvo recubriéndolo ya por el paso de los meses. Promete ser una historia de amor, de esas que siempre acaban bien, que no dejan nada que desear a partir de la tercera página; pero es o leer ese libro que no parece esconder ninguna lección moral o tener que intentar domar el desorden que predomina en la habitación, casi tan en desorden como mis propios pensamientos.
Y así pasan estas horas muertas. Que las horas muertas, muertas se quedan. Y mientras la vida no se para a esperar y las oportunidades ahí fuera vuelan. 
Pero antes de lanzarme a la búsqueda de la última carta que me dedicó, esperando encontrar esas palabras de cariño algo de consuelo, decido poner en orden todo lo que pasa por mi mentes, apartando todo aquello que se quedó sin esperanza, las cosas que ya son demasiado tarde para decir, cerrando caminos que creo equivocados y oyendo resonar en mi cabeza las palabras que me dijiste antes de ayer, arrojando al camino algo de luz, algo nuevo, alguna verdad de esas que hielan y que sólo tú sabes hacerme ver.
Parece que miento y sigo adelante. Las palabras de mi boca se entrecortan, no coinciden y quiero decirte algo más de lo que aquí se escribe:
Consigues lo que necesitas, lo que buscabas, lo que te quitaba el sueño por las noches... Lo tienes al alcance de tu mano y, de repente, ya no quieres algo así. Juguemos a complicarnos un poco la vida. A buscar algo más de lo que tenemos. Te miro, sonrío y te vuelvo a mirar. Respiro, y mis pulmones se llenan de aire que me quitas cuando caminas en otras direcciones. Aparquemos por un rato las dudas, porque ya no entiendo nada, camino del revés haber si me encuentro contigo, que estoy un poco necesitada de tu piel. Qué miedo, miedo a perderte, miedo a que la rutina acabe con nosotros antes de que seamos nosotros los que acabemos con ella.
Te quiero regalar un poco de mí, sabiendo que quizás al final te tengas que ir. Te quiero susurrar, por si te vas, por si me dejas aquí, que siempre huno algo que me arrastraba junto a ti.
Te necesito de una manera un poco torpe: ahora me muero por tu, luego ya no recuerdo tu nombre. No sé que es lo que pasa por mi mente. Entiendo que esto no es nada más que un juego, dejemos que decida el viento el final de todo estos, mientras improvisemos lo minutos que me quedan de tu calor, antes de que te marches, de nuevo, en otra dirección.

viernes, 27 de enero de 2012

La vida se improvisa.

Agradecería una respuesta, aunque no tenga sentido. Una respuesta a la vida misma. Nosotros los humanos, seres con capacidad de pensar y razones, nacemos. Pero, ¿qué se supone que tenemos que hacer en la vida? Nuestro único objetivo marcado es reproducirnos para que  la especia no se extinga... ¿y qué más da que haya más o menos humanos si en realidad no hemos venido a hacer nada en la Tierra? El resto de los eres vivos nacen, se preocupan por sobrevivir, no lo consiguen y muere. En cambio, nosotros, nos pasamos la vida enredados en mil malentendidos que en el fondo no nos llevan a ningún sitio. Se supone que para ser felices no nos puede faltar dinero, salud, amor y amistas. Si falta alguno de esos cánones nos sentimos vacíos. Pero nos pasamos media vida preocupándonos y empeñándonos en alcanzar la felicidad en estado puro, el máximo, tenerlo todo y cuanto antes. Y si te paras a pensar... ¿cómo puedes ser feliz sabiendo que has malgastado la mitad de tu vida en alcanzar lo inalcanzable? Sin disfrutar de los pequeños momentos de felicidad que la vida te iba ofreciendo por el camino... Y después de todo, al final, uno se queda solo. La vida te forma como persona, los amigos, la familia, el dolor, las experiencias te van completando, te van llenando, y todo eso, ¿para qué? Para que al final, en tus últimos años de vida, cuando verdaderamente ya no te importe nada, te des cuenta de quién eres en verdad.



jueves, 26 de enero de 2012

Imagine.

Deja flotar tu imaginación, imagina. La felicidad no la da una tarjeta Visa y tus sueños e ilusiones se caen si vives con prisa, se agotan al compás de cada nota, como el tiempo en el que tu corazón se rompe y se mueren tus sentimientos. Imagina que puedes rebobinar al pasado, dar marcha atrás, borrar cada error, cada paso mal dado. Y créeme que más de una vez lo he intentado. El tiempo es lo más valioso, pero lo desperdiciamos. Y yo observo el infinito y se desvanece en mis manos, pienso que es normal que la caguemos, sí, somo humanos. Imagina que todos damos todo sin pedir a cambio nada, que toda historia acaba como en cuentos de hadas. La vida nos moldea dándonos palos. El amor es el mayor error y lo mejor que te ha pasado. Imagina por un momento, una vida sin dolor, sin sufrimiento, convierte aburrimiento en humor.
La vida no es una mierda, las mierdas somos las personas, mientras unas te apuñalan y las otras te traicionan.
Imagina que no fuera así por un instante, que lo que a ti menos te importa fuera lo más importante. Imagina que conoces las respuestas de todas tus preguntas, que ganas todas las apuesta y que toda la gente se junta sin hacer distinciones de ningún tipo, que lo superficial fuera lo menos bonito.

miércoles, 25 de enero de 2012

La vida es simple recibes de lo que has dado y para se feliz solo hay que olvidar el pasado.

Bien, aquí me tenéis en uno de esos día en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se te echan encima. Yo sé que siempre hay salida pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecha una porquería. Pasan los años, los proyectos, los sueños, ¿recuerdas como querías ser cuando eras pequeño? Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera, todo el mucho más complejo; responsabilidades, luchas, deberes, sonreír cuando no te apetece, mentir para no hacer daño a la gente que quieres, fingir cuando perfectamente sabes que te mienten. ¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes, más veces de lo que realmente quieres? ¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen, si se supone que siempre me sentí diferente? He sido una cobarde disfrazada de valiente, siempre pendiente del que dirá la gente, escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente. Me hago una promesa, y es hacer lo que sea para encontrar soluciones, no problemas. Sé que no soy perfecta, bien, no me castigaré más por no serlo. Voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor. Porque a veces fui valiente por miedo, sé que suena extraño, pero, ¿sabes qué? lo peor de todo es que es cierto. Hoy busco, dormir agusto por las noches, no suena muy ambicioso pero créeme, es mucho. Llevo algunos años estudiando la vida, ¿qué no hay mal que por bien no venga? eso es mentira. Me centraré en lo importante, en mi familia, mis amigos, y mi pasión por la música, aceptaré que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando, porque estar de bajón es humano. No pienso rendirme ante ningún problema, confío en mi, soy capaz de vencer lo que sea. Volveré a caer millones de veces pero siempre volveré a erguirme porque me di cuenta de que quizás la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites. Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido. No obcecarse con objetos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.

martes, 24 de enero de 2012

You can stand under mi umbrella.

No inventes, ni robes, ni engañes, ni bebas. Pero si has de inventar, inventa un mundo mejor. Si has de robar, procura robar un corazón. Si has de engañar, engaña a la muerte. Y si has de beber, bébete los momentos de felicidad inolvidables.

martes, 17 de enero de 2012

Rompamos la regla, esa que dice que nada es para siempre.17.SIETE♥

"Me recordé a mí misma que el amor es irracional. Cuanto más quieres a alguien, menos lógica tiene todo"

Y otro mes más. Hoy es uno de eso días en los que piensas, ¿para qué me he levantado? Y entonces miras el calendario, y ves que es día diecisiete, y te acuerdas de él, entonces ya sabes porque te has levantado, te has levantado por él, por verle sonreír y mejor aún si eres tú la causante de esa sonrisa. Os confesaré algo, este último mes no es que halla sido el mejor de todos, pero cada mes es único y nunca va a poder ser igual al anterior ni al siguiente, ¿alguna vez habéis escuchado esa frase que dice “Hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana.”? Yo creo que el secreto no está en querer cada vez menos si no todo lo contrario. Que puede que discutamos, que no nos sepamos decir las cosas, que no nos aguantemos y muchísimas cosas más pero se compensa con otras muchas cosas.
Puede que en estos últimos días no se lo halla dicho mucho pero le quiero, le quiero mucho.