Voy a confesar un pequeño secreto.
Cuando estoy con él no me importa que me vean sonreír como a una niña pequeña con su primer juguete, o que me ven abrazarle como si fuese la última vez que lo fuese a ver, o incluso no me importa hacer el tonto si es para hacerle sonreír. Tampoco me importa esa mala leche que tiene algunos día o que hago como que se enfada y me deje de hablar una semana. Tampoco me importa cuando se pone borde o chulo o que este diferente conmigo y él me diga que no es así, porque espero que sea pasajero. Sólo me importa él, porque yo me enamoré de él tal y como es y quiero que siga siendo así y que no cambie más.
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