Nadie hace caso del agua que va despues de la lluvia cuando vuelve el sol. Poco importa si sobre esa agua hay lágrimas despues de haber llorado, por amor, por dolor. El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido...pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hace más que decirnos: "Vive, vive y ama lo que tú eres, como tú eres, por lo que eres. Mira en lo alto hacia el cielo, cierra los ojos y no te canses nunca de soñar".
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