Pero cuando te casas con alguien, te casas con todo lo que lleva en la mochila. Todos tenemos una vida anterior al menú degustación, la orquesta y el discurso del padrino. Todos tenemos secretos, secretos que lamentablemente no se esfuman después del "Sí, quiero."
“No tengo ni la más remota idea de qué cantaban aquellas dos italianas y lo cierto es que no quiero saberlo, las cosas buenas no hace falta entenderlas. Supongo que cantaban sobre algo tan hermoso que no podía expresarse con palabras y que precisamente por eso te hacia palpitar el corazón”
viernes, 30 de noviembre de 2012
El barco 34.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario