“No tengo ni la más remota idea de qué cantaban aquellas dos italianas y lo cierto es que no quiero saberlo, las cosas buenas no hace falta entenderlas. Supongo que cantaban sobre algo tan hermoso que no podía expresarse con palabras y que precisamente por eso te hacia palpitar el corazón”
viernes, 14 de octubre de 2011
Pequeños placeres de la vida.
Me gusta el sonido de la lluvia contra el cristal. Me gusta verte llorar de alegría. El calor de una manta mientras fuera no deja de soplar el viento. El calor de tus abrazos aunque no haga frío. Una buena película, mezclada con palomitas. Una película para estar a oscuras y poder mirarte sin que te des cuenta. El picor del sol sobre la piel en un día de verano. El roce de tu cuerpo contra el mío. Sentir el mar contra mi piel acalorada. Sentir tu saliva refrescando mi boca. Caminar sobre el césped húmedo. Caminar a tu lado. Contemplar un amanecer. Contemplarte. Despertarme porque un rayo de sol acaricia mi rostro y ver el desayuno preparado en la mesa. Despertarme con un beso tuyo, que lo primero que vea en el día sea tu sonrisa. Que haga frío y tener una bufanda que me proteja. Que tenga miedo y me cojas de la mano. Que alguien me diga te quiero. Que me lo digas tú. El sonido de la naturaleza. El sonido de tu voz. Saborear un helado. Saborear tus besos. Pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor. Aún mejor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario